Resulta muy fácil saber cuándo una gata está embarazada, sin embargo, siempre es recomendable acudir a una clínica veterinaria en la que puedan confirmar el embarazo de la gata y, además, estimar cuántos gatitos trae y el estado de los mismos.
A las tres o cuatro semanas se empieza a notar una leve
hinchazón del vientre y un
desarrollo en las glándulas mamarias de la gata, donde se aprecia sobretodo una coloración rosácea en los pezones, además el
pelo del vientre empieza a caerse. En este momento, el veterinario podría diagnosticar el embarazo mediante palpación abdominal. Pero es difícil, incluso para uno experimentado, confirmar con exactitud cuántos gatitos hay.
A las seis semanas, se pueden auscultar los latidos cardíacos de las crías, además de poder realizar diagnósticos por ultrasonidos y radiología. Aunque ésta última técnica sólo es recomendable en la última semana de la gestación para poder verificar el estado, tamaño, número y posición de los fetos y la posibilidad de alguna dificultad en el parto.